
La alcachofa es una planta herbácea que crece desde la antigüedad en climas templados. Se cree originaria de Egipto o el norte de África y la utilizaban mucho los griegos y romanos por sus ¨poderes afrodisíacos¨.
Hoy en día, el mayor productor de alcachofas es Italia, seguido de Egipto y España.
Es rica en hidratos de carbono, fibra, calcio y fósforo y se utiliza también para ayudar a aliviar molestias digestivas y la retención de líquido al ser depurativa.
Se consume tanto cruda como cocida en guisos, sopas y diferentes preparaciones saladas.
Se pueden hacer numerosas recetas con alcachofa. En mi último viaje a Italia la comí como carpaccio cruda y era deliciosa!
INGREDIENTES:
8 alcachofas
1 cebolla
3 huevos
120 gramos queso rallado
50 gramos pan rallado
PREPARACIÓN:
Cocer las alcachofas en agua hirviendo por 30 minutos, enfriar.
Cortar la cebolla en juliana y cocinar en una sartén con un poco de aceite, sin dejar de remover, por 20 minutos o hasta que la cebolla esté suave y tierna con un color dorado.
Separar la carne de la alcachofa y mezclar en un bol junto a la cebolla, los huevos, 100 gramos de queso rallado y el pan rallado.
Poner la mezcla en una fuente para horno, espolvorear el resto de queso rallado encima y llevar al horno a 180º por 25 minutos.