Cuidemos el agua en el Huerto

agua“Una alternativa más de acolchado y otros consejos”

El agua, ese líquido tan preciado es indudablemente necesario para el crecimiento de los cultivos. La importancia del cuidado del agua todo mundo lo sabe pero pocos lo llevamos a la práctica, por esa razón es importante ser conscientes que también dentro del huerto se puede ahorrar un poquito más de agua buscando técnicas que nos ayuden a disminuir, por ejemplo, la evaporación o la captura del agua de lluvia.

Cada uno de nosotros obtiene el agua de diferente forma, esto depende del contexto en el que estemos; algunos por medio de tuberías del sistema de agua de la ciudad o pueblo, otros esperando la temporada de lluvias para el cultivo o incluso, los que tienen la suerte, con un pozo sus casas.

Los problemas de contaminación, sequías, el despilfarro del agua, así como una descuidada administración ha arrastrado un montón de problemas en torno al agua. Por esas razones necesitamos comenzar a pensar en las pequeñas acciones que tomamos todos los días para cuidarla.

Así como en la economía de una empresa los muebles, las computadoras y el papel son considerados como bienes, el agua también puede ser considerada de la misma manera en nuestra empresa huertoniana y como tal debe ser administrada de la mejor manera para su distribución, cuidado y pensando siempre que en el futuro no nos falte.

Una técnica muy popular es el acolchado el cual trae varios beneficios como evitar la evaporación excesiva, mantener estable la temperatura de las raíces y aportar nutrientes de forma constante a los cultivos, pero existe otra alternativa que aunque suene extraña a dado buenos resultados en lugares

donde la escasez de agua es extrema, las temperatura son altas y bajas en un mismo día y donde generalmente era imposible cultivar algo, estoy hablando del acolchado de grava, piedras o arena.

En el libro de Jardinería con poca agua (2011) de Günter Kunkel y Mary Anne Kunkel, amantes de las plantas, nos comparten algunas de las ideas que se les han ocurrido para tener un jardín economizador, cuidando el agua y el bolsillo $, utilizando la técnica de acolchado con grava, aquí algunas de sus ideas entremezcladas con la perspectiva personal.

No hay camino y menos el “No pude”

Según los autores del libro anterior nunca es admisible un “No pude” por conclusión definitiva, es decir, darse por vencido en ningún momento es una opción, cuando encontremos problemas, fallas, errores o simplemente la fuerza divina impidió que algo saliera como pensábamos debemos tomarlo como una oportunidad de aprendizaje, no hay que dejar de lado nuestros proyectos (por más cursi que suene) es necesario salir adelante y no dejarse vencer por las adversidades, realizando un trabajo constante y como bien decía Virginia Wolf (2012) el único consejo que puedo dar es que no acepte consejos, que busque sus propias respuestas, que siga sus instintos, que utilice su razón para encontrar conclusiones que puedan ser de utilidad para el día a día. Simplemente no hay camino se hace camino al andar.

Acolchado de gravilla o arena

Este tipo de acolchado sienta muy bien en zonas donde existen condiciones de sequía, muchas piedras de donde agarrar y para cultivos que requieran de poca agua aunque también puede aplicarse para cultivar hortalizas (con sus respectivas limitantes).

En el caso de plantas que requieren poca agua como cactáceas o suculentas se realiza una capa de piedras que permita conservar el agua en el suelo o dicho de otra forma crearle una trampilla al agua para que no se nos escape, mantenerla bien quieta por lo menos el mayor tiempo posible como se muestra aquí abajo.

[Kunkel y Anne, p. 44]

En el caso de cultivo de hortalizas la cosa cambia un poco, la opción es rodear de rocas nuestros cultivos con la intención de crear huecos que acumulen el agua entre planta y planta como se muestra también aquí abajo.

[Kunkel y Anne, p. 46]

Aprovechar “malas hierbas” o “malezas”

Una de las mejores ideas y de la que he oido hablar muy poco es no hacerles el feo a las llamadas “malas hierbas” que donde todo es seco un poco de verde, aunque sea de plantas poco deseadas, es una frescura para la vista. También porque tarde o temprano estas plantas pueden utilizarse para compostarlas aportando nutrientes a los cultivos, otra opción es que algunas hasta pueden ser comestibles o bien para quemarlas y utilizar las cenizas que tanta falta le hace a los suelos erosionados que caracterizan a las zonas áridas.

El aprovechamiento de las hierbas silvestres me parece una de las mejores recomendaciones ya depende de qué tan creativos e innovadores nos pongamos.

Para concluir retomo el eje central de este post, cuidar el agua, no sólo en la casa al momento de lavar los trastes, la ropa o en el aseo personal también se puede hacer en el huerto claro que aunque pareciera que he enfocado la atención en huertos o jardines con más espacio también puede aplicarse en huertos urbanos, es cosa de que tan creativo puedes ser, toma estas ideas y transfórmalas en lo que mejor se te convenga.

Referencias:

Kunkel, G. y Anne Kunkel, M. (2011). Jardinería con poca agua : crear jardines semisilvestres. Navarra: La fertilidad de la tierra.

Woolf, V. (2012). ¿Cómo debería leerse un libro? Barcelona: Centellas.

About Fabiansembrador

Soy alumno del colegio de Bibliotecología y Estudios de la Información en la UNAM, pueblerino del estado del Guerrero en México, hijo de familia campesina lo cual me ha dejado como herencia un cariño muy grande por el campo, las plantas, los frutos, la tierra.
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