Hola de nuevo. Ya ha pasado un mes y otra vez tenemos novedades que contaros.
La primera, como ya habrán podido ver los más observadores, es que hemos cambiado de nombre. Ahora somos Huerta Pironga, un nuevo proyecto agroecológico muy vinculado con lo que hemos estado haciendo, pero con algunos cambios: una reestructuración de los encargados del huerto (Patricia, Flores, e Iván -quien os escribe), más tierras y más experiencia. En definitiva, una nueva etapa.
El nombre que hemos elegido para esta nueva aventura sigue en la línea y de nuevo hemos recurrido a ese dialecto extremeño que es el castúo para bautizarnos. Pironga significa buena y es una palabra que nos ha gustado tanto por su significado como por su sonoridad.
En el huerto también hay novedades. Respecto a los semilleros de los que os hablamos en la última entrega, tenemos buenas noticias: en su mayoría han brotado sin problemas, y algunas de esas plantitas ya han sido transplantadas a su ubicación fija.
Pero no todo ha nacido como esperábamos. Pimientos y berenjenas han brotado con más dificultad, perdiéndose muchas semillas en el camino. Esto es algo que no nos ha extrañado demasiado, pues son plantitas más delicadas y dependen muchos de las condiciones climatológicas. Lo que sí nos ha sorprendido más es que el semillero de lechugas iceberg ha tenido muchos fallos, cuando la lechuga es una planta que suele germinar sin muchos problemas. Algo habremos hecho mal.
Por otra parte, las patatas siguen su curso. Han nacido todas y están creciendo con normalidad. Ya le hemos hecho una primera “rastra” (una pasada con el rastrillo para descortezar la tierra y evitar que se pierda humedad) y ya mismo haremos una zacha. Si el tiempo sigue así y no cae alguna helada tardía tiene pinta de que será una buena cosecha.
También hemos empezado a plantar muchos de los productos del verano. Por ejemplo, judías verdes, muy apreciadas en el pueblo. Hemos plantado tanto de mata baja como de enrame, por tener variedad, aunque de enrame hemos puesto menos porque son más difíciles de cuidar.
Y aunque para muchos aún es temprano, hemos empezado a plantar los primeros tomates, pimientos y berenjenas. Unas primeras plantas más tempranas por si el tiempo acompaña y podemos adelantar un poco la cosecha. También unos pocos calabacines por el mismo motivo.
El resto del tiempo lo dedicamos a preparar los nuevos terrenos. Hemos incorporado un par de parcelas a lo que ya teníamos y estamos en pleno proceso de labranza. Primero desbrozamos o segamos la hierba, luego se hace una primera labranza, se deja orear la tierra, se incorpora el estiércol, se envuelve y se ensurca la tierra. Después, dependiendo lo que vayamos a plantar, se modifican los surcos y se dejan listos para nuestras plantas.
Otra cosa en la que seguimos trabajando es en los semilleros. Más tomates, pimientos, berenjenas, calabazas y calabacines para una segunda tanda de plantación. Los primeros melones y las primeras sandías. Otros vegetales como remolachas o lechugas. Y plantas culinarias y aromáticas para intercalar entre los cultivos y que ayudan en nuestro huerto. Como la albahaca, la caléndula, la salvia, el perejil o el tomillo.
Ah, por supuesto otra parte a la que le dedicamos mucho tiempo es a la cosecha. La recolección de lechugas, acelgas, habas, nabos, espinacas, rabanitos y otras cositas es uno de los momentos que más nos gusta de la vida como agricultores.
En el próximo post hablaremos un poco sobre las funciones de estas plantas medicinales y aromáticas, tanto los beneficios que aportan a nuestro huerto como a nuestra salud.
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Me encantan, he aprendido mucho con ustedes. Han sido de gran ayuda para mí y mi huerto.
Muchas gracias